INSPECCIONES

La inspección ocular es una de las diligencias más cruciales en la investigación criminal. Se trata del examen técnico y metódico del lugar donde ocurrió un hecho delictivo, con el fin de recolectar pruebas físicas, reconstruir lo sucedido y orientar la investigación.


Objetivos principales


- Verificar la realidad del hecho: Confirmar si ocurrió un delito o accidente


- Recolectar indicios materiales: Huellas, manchas, objetos, documentos, etc.


- Determinar el modus operandi: Cómo se cometió el delito.


- Identificar al autor o autores: A través de rastros y evidencias


- Preservar la escena: Evitar contaminación o alteración de pruebas.



Fundamento teórico


- Se basa en la teoría de la transferencia de Locard:


- “Todo contacto deja rastro”


Esto implica que el criminal siempre deja evidencia en la escena y puede llevarse rastros consigo.


Metodología


- Observación directa e indirecta:


A simple vista o con instrumentos (lupas, lámparas, microscopios).


- Fijación de evidencias:


Fotografía, videograbación, planimetría.


- Cadena de custodia:


Protocolo para preservar la integridad de las pruebas desde su recolección hasta su presentación en juicio.



Operaciones previas


- Asegurar el lugar del hecho.


- Evitar el acceso de personas no autorizadas.


No tocar ni mover objetos innecesariamente.


- Atender víctimas si las hay.


Documentar todo lo observado y recolectado.